miércoles, 28 de marzo de 2012

OMEGA T Y MI EXPERIENCIA PROFESIONAL

     Mi experiencia profesional con esta memoria de traducción viene a raíz de las prácticas que decidí hacer este verano en mi pueblo, Foz (Lugo), que consistían en la traducción al inglés de la página web del Ayuntamiento.Vi en ella la gran posibilidad de desarrollar los conocimientos que había adquirido a lo largo del curso y esta propuesta fue bien acogida tanto por la UAM como por el alcalde de mi pueblo.
Para empezar, la historia de esta interfaz se remonta a Keith Godfrey en el año 2000 que, en un primer momento, la escribió en C++,pero en 2001 la primera versión se lanzó en Java. Desde la versión 1.4.4 a la 1.6.0 el proyecto de desarrollo de este programa estuvo a cargo de Maxym Mykhalchuk, que fue reemplazado por Henry Pijffers y actualmente está a cargo de Didier Briel.
     Omega T es una aplicación libre de memoria de traducción, pensada para ser utilizada por traductores profesionales. Tiene las siguientes características:
     - Coincidencias parciales,
     - propagación de coincidencias,
     - procesado simultáneo de proyectos con archivos múltiples,
     - uso simultáneo de múltiples memorias de traducción,
     - glosarios externos,
    - formatos de archivos XHTML y HTML, Microsoft Office 2007 XML, Open Offic.org/ Star Office, XLIFF (Okapi), MediaWiki (Wikipedia) o sólo texto,
     - soporte Unicode (UTF-8),
     - soporte para idiomas,
     - compatible con otras memorias de traducción (TMX).
Funciona en cualquier sistema que disponga de JRE (Java Runtine Environment). Personalmente, me sirvió de gran ayuda el manual del usuario, disponible en distintos idiomas, porque aunque ya habíamos trabajado en clase, el tiempo pasa y es fácil olvidar alguno de los pasos.
     En cuanto a sus herramientas, se pueden mencionar, entre otras, "Aligner" y "Bligner" como herramientas de alineación, TMX Merger (fusiona dos o más archivos TMX), Extspell (comprueba la ortografía en fuentes externas), también tiene textos de ejemplo y almacén de TMX para la localización.
Mi modus operendi se dividió básicamente en tres fases:

  1. Copié los documentos fuente procedentes de la página web que iba a traducir en la carpeta del proyecto.
  2. El programa extrajo el texto que iba a traducir.
  3. En la fase final y más importante, la traducción, a medida que lo iba haciendo, me aparecían en una ventana las coincidencias de traducción de un glosario previo que había copiado en la carpeta.
     El hecho de utilizar esta memoria me facilitó mucho el trabajo, puesto que la extensión de la página web no me habría permitido terminar la traducción en el plazo estipulado de dos meses de que duraron las prácticas.  Además, escoger prácticas en  este ámbito me ha servido para crecer tanto profesionalmente ya que ha sido un verdadero placer traducir la historia, fiestas, cultura de la tierra donde nací y también personalmente porque he sabido enfrentarme y solucionar los problemas que se me fueron planteando y he tenido la oportunidad de intercambiar opiniones con numerosos turistas extranjeros que se pasaban por mi lugar de trabajo. Una experiencia muy enriquecedora y que recomiendo a todo traductor.



miércoles, 14 de marzo de 2012

TA vs MT

     Uno de los temas que hemos estado viendo en clase a lo largo de todo este cuatrimestre es la Traducción Automática (TA) frente a las Memorias de Traducción (MT).
En primer lugar, me gustaría dejar clara la diferencia entre ellas: 

-     La Traducción Automática utiliza el lenguaje de conocimiento para crear una traducción de un texto fuente en un texto destino. Un claro ejemplo lo tenemos con Google Translate. Con esta herramienta se puede traducir cualquier texto pero nos encontramos con el inconveniente de que la traducción puede llegar a ser verdaderamente incorrecta si no la supervisa una persona. 

-     Las Memorias de Traducción almacenan las traducciones creadas por los traductores y, cuando un traductor crea una nueva traducción, el sistema consulta la memoria y si encuentra una traducción exacta o similar la propone para su utilización. 
     Los textos que producen tienen una gran calidad si previamente se ha traducido un documento similar; sin embargo, si es nuevo, será una labor íntegra del traductor. 
Bajo mi punto de vista,son muy útiles para traducir documentos como manuales, textos técnicos o pertenecientes a un campo de especialidad que utilice muchos tecnicismos, documentos que se rijan por un modelo estándar, etc. Además, favorecen la rapidez y eficacia porque si la MT ya tiene la traducción del segmento que se le propone, aparece automáticamente. 
Una memoria de traducción puede crearse a partir de la alineación de textos, a medida que se traduce o con traducciones anteriores y se crean de esta manera corpus paralelos, que son la base de las memorias de traducción. Con éstos ya estamos familiarizados puesto que el curso pasado los exploramos en la asignatura de Terminología. 
     En cuanto a las herramientas, la alineación se puede hacer mediante un procedimiento manual, por herramientas incluidas en paquetes de MT como el de Deja Vu o por sistemas de código abierto. Para ello, es preciso verificar el formato de ambos textos, especificar tanto el formato de entrada como las lenguas de origen y llegada, exportar el resultado en un formato compatible con el programa de memoria, entre otros. 
Dejando para una próxima nueva entrada la profundización en alguna de las Memorias de Traducción (Omega T, Trados, Deja Vu...), me gustaría hacer hincapié en el formato estándar que se emplea para memorias de traducción: TMX. Acrónimo en inglés de Translation Memory eXchange, sirve para el intercambio de memorias de traducción. Se desarrolla con vistas a reducir los problemas de compatibilidad, impulsa la reutilización de los recursos lingüísticos, simplifica el intercambio de datos y estimula la innovación tecnológica.

     Después de hacer este pequeño resumen con los rasgos básicos, llego a la conclusión de que este último recurso es un instrumento de gran ayuda para el traductor, que le facilita la rapidez aportando una serie de herramientas en un mismo programa. He podido vivir los beneficios que aporta su empleo puesto que he tenido una experiencia laboral en la que todo mi trabajo se basaba en el empleo de una memoria de traducción. Quiero, para ello, dedicarle una entrada para hablar de mi experiencia profesional, que podréis leer próximamente.

martes, 6 de marzo de 2012

CROWDSOURCING


El conocido como cowdsourcing lo emplean tanto firmas pequeñas como grandes sociedades como Procter&Gamble para obtener servicios de forma más barata que mediante el outsourcing o contratación de servicios externos. 
Los primeros en acuñar este término fueron Jeff Howe y el editor Mark Robinson en la revista Wired para definir este nuevo fenómeno que se ha ido extendiendo gracias a la tecnología. 
El crowdsourcing también ha llegado a la traducción y es en este punto en el que me quiero centrar, distinguiendo, en un primer momento, entre: 
  • Traducción comunitaria, en la que se traduce un gran volumen de contenido en poco tiempo sin la revisión de un profesional que revise el producto final y
  • Crowdsourcing y traducción colaborativa, que ejerce la misma función que la anterior pero con la colaboración de profesionales. Un claro ejemplo lo vemos en Facebook. 
Esta nueva modalidad ha dado y sigue dando mucho de qué hablar. Haciendo una simple búsqueda en Google se pueden leer artículos de El País o El Mundo en los que dedican sus líneas a este fenómeno (http://www.elmundo.es/navegante/2006/06/30/empresas/1151661124.html). 
Desde el punto de vista del traductor profesional, ¿es una práctica que podría poner en peligro nuestra vida laboral?, ¿sufriríamos a partir de su creación un posible desprestigio?, ¿y la calidad del producto?. 
Personalmente, creo que agiliza mucho en tiempo pero por el contrario veo que también pierde en calidad. No es lo mismo hacer una traducción individual que una colectiva en la que se pueden observar distintos estilos y maneras de entender un mismo texto. Es cierto que las empresas buscan efectividad en el menor espacio de tiempo posible, pero por una parte ésto ayuda a que nuestro trabajo se vea un poco desprestigiado. Para ellos además de eficaz también es rentable económicamente. En lugar de contratar a un traductor profesional perenne en la empresa en mucho más rentable emplear esta práctica. Sin embargo, nosotros, traductores que luchamos por nuestros derechos, seguramente nos gustaría ver de otra forma recompensada nuestra ardua labor.