miércoles, 14 de marzo de 2012

TA vs MT

     Uno de los temas que hemos estado viendo en clase a lo largo de todo este cuatrimestre es la Traducción Automática (TA) frente a las Memorias de Traducción (MT).
En primer lugar, me gustaría dejar clara la diferencia entre ellas: 

-     La Traducción Automática utiliza el lenguaje de conocimiento para crear una traducción de un texto fuente en un texto destino. Un claro ejemplo lo tenemos con Google Translate. Con esta herramienta se puede traducir cualquier texto pero nos encontramos con el inconveniente de que la traducción puede llegar a ser verdaderamente incorrecta si no la supervisa una persona. 

-     Las Memorias de Traducción almacenan las traducciones creadas por los traductores y, cuando un traductor crea una nueva traducción, el sistema consulta la memoria y si encuentra una traducción exacta o similar la propone para su utilización. 
     Los textos que producen tienen una gran calidad si previamente se ha traducido un documento similar; sin embargo, si es nuevo, será una labor íntegra del traductor. 
Bajo mi punto de vista,son muy útiles para traducir documentos como manuales, textos técnicos o pertenecientes a un campo de especialidad que utilice muchos tecnicismos, documentos que se rijan por un modelo estándar, etc. Además, favorecen la rapidez y eficacia porque si la MT ya tiene la traducción del segmento que se le propone, aparece automáticamente. 
Una memoria de traducción puede crearse a partir de la alineación de textos, a medida que se traduce o con traducciones anteriores y se crean de esta manera corpus paralelos, que son la base de las memorias de traducción. Con éstos ya estamos familiarizados puesto que el curso pasado los exploramos en la asignatura de Terminología. 
     En cuanto a las herramientas, la alineación se puede hacer mediante un procedimiento manual, por herramientas incluidas en paquetes de MT como el de Deja Vu o por sistemas de código abierto. Para ello, es preciso verificar el formato de ambos textos, especificar tanto el formato de entrada como las lenguas de origen y llegada, exportar el resultado en un formato compatible con el programa de memoria, entre otros. 
Dejando para una próxima nueva entrada la profundización en alguna de las Memorias de Traducción (Omega T, Trados, Deja Vu...), me gustaría hacer hincapié en el formato estándar que se emplea para memorias de traducción: TMX. Acrónimo en inglés de Translation Memory eXchange, sirve para el intercambio de memorias de traducción. Se desarrolla con vistas a reducir los problemas de compatibilidad, impulsa la reutilización de los recursos lingüísticos, simplifica el intercambio de datos y estimula la innovación tecnológica.

     Después de hacer este pequeño resumen con los rasgos básicos, llego a la conclusión de que este último recurso es un instrumento de gran ayuda para el traductor, que le facilita la rapidez aportando una serie de herramientas en un mismo programa. He podido vivir los beneficios que aporta su empleo puesto que he tenido una experiencia laboral en la que todo mi trabajo se basaba en el empleo de una memoria de traducción. Quiero, para ello, dedicarle una entrada para hablar de mi experiencia profesional, que podréis leer próximamente.

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